Martnez Morn, Francisco Jos. Santos y dioses del rock:

sistemas de creencias del siglo XXI. Culturas Populares. Revista Electrnica 1 (enero-abril 2006).

http://www.culturaspopulares.org/textos%20I-1/articulos/Martnez.htm

ISSN: 1886-5623

 

 

 

 

 

Santos y dioses del rock:

sistemas de creencias del siglo XXI

 

 

                                                                                    

Francisco Jos Martnez Morn

 

 

 

 

  1. Introduccin

 

            El presente estudio pretende resear los diferentes procesos de divinizacin y santificacin de las figuras del mundo del rock y el pop en la sociedad actual, tanto en sus vertientes ms organizadas y multitudinarias, como en el mbito privado y de culto personal.

 

            Puede resultar sorprendente el hecho de que, hoy en da, muchas personas se declaren fieles a una creencia que tiene con mxima divinidad a una estrella de la msica. Pero si indagamos con espritu abierto en estos fenmenos, y ponemos en orden su abigarrada apariencia exterior, de una forma sistemtica y cientfica, nos daremos cuenta de que el fenmeno es tan antiguo y extenso como el propio hombre. El ser humano idealiza, casi por naturaleza, aquello que sobrepasa la normalidad, aquello que, por sus cualidades extraordinarias, no es capaz de comprender. Y as, frente al brillo extraordinario de un cantante que vende millones de copias de sus discos en todo el globo, una reaccin muy normal puede ser, como iremos comprobando a lo largo de estas lneas, la sacralizacin de su vida, de su obra y, en la mayora de las ocasiones, de su muerte. Para ello se toman referencias conocidas y evidentes, como el cristianismo, pero tambin se accionan mecanismos culturales ms sutiles, pero igual de potentes, como el sebastianismo y la creencia en la resurreccin y en la vida ms all de la muerte.

 

            Los griegos se contaban (y cantaban) entre s las hazaas de Hctor y Aquiles, zarandeados constantemente por las volubles decisiones de los dioses, y alguien narr, hace siglos, en antiguo castellano, el destierro del Cid. Ahora, en el tiempo de la esttica pop, y unido por el simple golpecito de una tecla, el mundo moldea la figura de sus hroes y divinidades sobre el verstil barro de las ms antiguas creencias.

 

 

1.1  Presentacin de materiales

 

            A lo largo de este estudio hemos tratado de ceirnos, en la medida de lo posible a la recoleccin de imgenes, logotipos,  producciones artsticas y creencias actuales que conforman parte de la cultura pop del mundo occidental. En este sentido, y a pesar de lo cercanas en el tiempo que son estas manifestaciones, no hemos renunciado a inscribirlas en un  marco terico ms estricto y escolar.

 

            No obstante, debemos advertir de que los datos y materiales que conforman el presente artculo no se adscriben siempre a un mbito acadmico convencional, con lo que la bibliografa se refiere, en ms de una ocasin, a artculos aparecidos en la prensa escrita y en revistas musicales especializadas. A su vez, con frecuencia remitimos al lector a pginas de Internet en las que se expresa sin cortapisas el polidrico sincretismo cultural que pretendemos mostrar con estas lneas. Y no podra ser de otra manera: hoy en da, la cultura popular se mueve, a un ritmo vertiginoso, de un ordenador a otro, en la fugaz interseccin de dos ideas aparentemente contradictorias pero ligadas, para los ms diversos fines, por un acervo ideolgico compartido.

 

            As, tal vez desde el mismo inicio, podemos formular una conclusin obvia pero necesaria: los tiempos de la sociedad siempre avanzan mucho ms deprisa que los estudios que tratan de explicarlos.

 

  1. El caso ms espectacular: Elvis Presley

           

Si hay un ejemplo verdaderamente claro de mitificacin y divinizacin de las estrellas del rock del siglo XX, ese es el del cantante norteamericano Elvis Presley, cuya figura es venerada e imitada a lo largo de todo el globo, y cuya estela de leyenda lleva a muchos de sus admiradores a considerarlo un autntico Mesas.

 

 

2.1. Biografa sucinta

 

Antes de entrar en el anlisis de los fenmenos que muestran la mitificacin de Elvis, ser conveniente dejar trazados unos pequeos datos reales de su biografa, de manera que puedan servir de comparacin con la desmesura de su leyenda posterior.

 

Elvis Aaron Presley naci en el seno de una pobre familia de granjeros en la pequea localidad de Tupelo (Misisip) en 1935. Dieciocho aos ms tarde grab, en Memphis, un disco aficionado para regalrselo a su madre, y un cazatalentos local descubri en l la frmula del que habra de ser su xito fulgurante: una extraa capacidad para encandilar al pblico con su voz y el movimiento de sus caderas.

 

No sin despertar encendidas polmicas entre el pacato pblico norteamericano de la poca (que vea en l una especie de encarnacin diablica y pervertidora de la juventud), alcanz una fama planetaria con temas como Thats all right, Jailhouse rock, Heartbreak Hotel, Love me tender, etc.

 

En el ao 1958 inici una carrera militar de dos aos que habra de suponer un duro golpe a su carrera musical: al volver a los estudios de grabacin, El Rey vio con desesperacin cmo los artistas a los que l haba abierto el camino de la msica ms comercial del mundo lo haban desplazado de su trono.

 

Desde entonces, su declive personal fue lento pero constante, y Elvis acab muriendo en 1977 vctima de abuso, continuado e insostenible, de drogas,  medicinas y  alcohol.

 

Hay que sealar, a su vez, que aunque, en un principio, Elvis fue visto en su patria natal como un terrible y satnico agitador de masas juveniles, l mismo se encarg de ir lavando esa imagen con el paso de los aos, hasta convertirse en el prototipo de perfecto artista norteamericano: hoy sabemos que era muy religioso (y encendido admirador del gospel)[1], y que no dud nunca en colaborar con las agencias secretas de su pas para vigilar la conducta de otros cantantes contemporneos (como John Lennon) sospechosos de ser comunistas[2].

 

 

 

2.2. Divinizacin, negocio, sebastianismo

 

Desde su muerte en 1977, el recuerdo la figura de Elvis ha provocado, bsicamente, tres fenmenos de religiosidad popular entre sus ms incondicionales seguidores[3]:

           

a)     supuestos avistamientos fsicos,

b)    supuestas presencias espirituales, y

c)     nacimiento de varias iglesias.

 

Por otro lado, estas tres manifestaciones, como iremos viendo, se suelen producir de manera combinada, es decir: quien ve a Elvis (ya en espritu, ya en carne y hueso), suele profesar su religin, y viceversa. Por otro lado, atendiendo al tercer factor reseado, hemos de remarcar la gran cantidad de matices que se dan entre un culto y otro, pues no se trata de una Iglesia con un centro religioso definido, sino, ms bien, de una variedad de formas diferentes de entender a Elvis y su legado, en la que encuentran acomodo los ms variados fans de la estrella.

 

Los avistamientos de Elvis comenzaron desde el momento de su deceso, y han jalonado la actividad de muchos de sus seguidores a lo largo de todos estos aos. Es un hecho, que las sociedades se niegan con frecuencia a aceptar la muerte de los dolos que han conocido en vida, y transmiten, generacin tras generacin, la idea de que no estn muertos en realidad y de que volvern, algn da sealado, como redentores de una patria, una comunidad, o de la humanidad entera. Este fenmeno recibe el nombre de sebastianismo, en honor al rey portugus Sebastin desaparecido en la batalla de Alcazarquivir.[4] Adems del rey Sebastin, tambin son esperados en otras partes del globo el rey Arturo (que, segn la leyenda, duerme en la isla de Avalon, y volver como ltimo rey de los ingleses), Boabdil, o el propio Cristo, que en algn momento deber regresar al mundo para librar el Combate Escatolgico que prev el Apocalipsis de San Juan. Anotemos un detalle: Elvis, Jess (el Rey de Reyes), Arturo, Sebastin y Boabdil eran monarcas que debern reivindicar los reinos que les fueron arrebatados con la muerte o el destierro. No en vano, el apelativo ms corriente con el que sus fieles se refieren a Elvis es El Rey.

 

De esta forma, los seguidores de la fe en el rockero de Tupelo aseguran que se aparece ya hoy, tanto en persona, como en alma, y que llegar el da en que volver de su lugar de retiro para imponer de nuevo su msica y estilo de vida. No obstante, a diferencia de lo que sucede con otros reyes no muertos, y tal vez por la diversidad de las iglesias que, como veremos a continuacin, lo adoran como a un dios, la profeca de su retorno no est, en absoluto, claramente definida.

 

 

 

Por otro lado, en cuanto a los cultos concretos, Nigel Patterson cataloga cinco de las varias iglesias presleyterianas que existen en el mundo[5]. Por un lado, encontramos la The First Presleyterian Church of Elvis the Divine, que se extiende por Amrica de Norte y Australia, principalmente[6]. En su logotipo, reformulacin rockera de la simbologa cristiana, Elvis aparece crucificado en una guitarra tan peculiar como esta:

 

 

Otra iglesia dedicada a Elvis es la llamada Elvis Gospel Ministries [7], as como la Christ the King, Graceland Independent Anglican Church of Canada, cuyos reverendos visten como pastores anglicanos, salvo por el detalle del tup y las patillas.

 

 Peculiar es, al menos, la cuarta iglesia catalogada por Patterson: la 24 Hour Church of Elvis ofrece altares personales para el culto privado y, por ello, tiene el placer de jactarse de ser la nica que tiene un contacto permanente con el dolo[8], en lo que denomina Iglesia permanente y personal de Elvis.

 

Por su lado, la quinta de las iglesias reseadas es, no obstante, absolutamente pardica: se trata de la The First Church of Jesus Christ, Elvis, que idolatra al cantante, pero que tambin se muestra irreverente (a sabiendas) con el cristianismo cannico y con las iglesias que s se toman en serio la relevancia divina de Presley, como muestra, entre otras, una peculiarsima imagen en la que el dolo se abre la tnica para mostrar en su pecho un autntico Sagrado Corazn [9]. Imagnenselo.

Una vez ms segn Patterson, hay ciertas caractersticas fundamentales y constantes en todos estos cultos (exceptuando, como decamos antes, los meramente pardicos, como este ltimo): Dios se identifica con Elvis (y ste, a su vez, por no estar nunca de verdad muerto, con una especie de supremo sacerdote); se muestra un gusto extremo por el disfrazarse, a la ms mnima oportunidad, de Elvis, siempre a modo de hbito religioso; los fieles coleccionan compulsivamente objetos, de toda ndole, relacionados con Elvis, y llevan a cabo peregrinaciones anuales (sobre todo, como veremos en el apartado 2.3., a Graceland); etc. La First Presleyterian Church of Elvis the Divine va ms lejos y, tras cinco aos de concilio, determin con precisin que sus adeptos deban mirar a Las Vegas en actitud orante una vez al da, ir a Graceland en romera al menos una vez en la vida, hacer que sus hijos loaran a Elvis diariamente, y comer slo los 31 alimentos sagrados que la estrella tena siempre en su despensa particular.

 

Por supuesto, del sebastianismo y de la consecuente afloracin de religiones relacionadas con Elvis ha surgido tambin el negocio. As, podemos adornar nuestra boda (aunque se celebre por un rito ms tradicional) con un Presley inmortal que cante uno de sus xitos tras el S quiero y sea testigo en la firma del registro[10]. La idea no tiene desperdicio.

 

E incluso series de animacin de alcance mundial, como Elvis-Christ, emitida –con gran xito-  en los ltimos aos por la cadena musical MTV, han encontrado en estos sincretismos un inagotable filn humorstico e irreverente. Sus creadores no dudan en fundir las figuras de Cristo y Elvis en una nica figura, barbuda, gorda e indisciplinada.

 

 

2.2.1. Endogamia: msicos que adoran a otros msicos

 

En ms de una ocasin, son los propios msicos los que continan, por su lado, el ritual de admiracin ante las estrellas que los precedieron. Esa actitud se filtra, a su vez, a los jvenes oyentes de msica, que acaban por incorporarse a la cadena de idolatras a travs de la moda del momento. De esta forma, la msica comercial siempre ofrece de s misma una (engaosa) imagen de originalidad reformuladora y de constante recuperacin de lo autntico.

 

Y, consecuentemente, los modelos buscados, las races que se persiguen sin descanso, son las de artistas ya fallecidos: Jimi Hendrix, John Lennon, Janis Joplin, Freddy Mercury, Jim Morrison, etc. As, se completa una curiosa forma de sebastianismo musical: si bien se sabe que ciertos muertos no volvern de sus tumbas, s se da por hecho que su legado ha de volver, una y otra vez, como el ciclo de una marea infinita, a la actualidad del circuito discogrfico y sus modas.

 

En este sentido, cabe sealar, que tambin los msicos espaoles idolatran a Elvis Presley en el sentido ms estrictamente religioso del trmino, y fomentan, por ende, su culto entre los espectadores. Sirvan como ejemplo Enrique Bunbury y Alaska. As lo expresa el primero, que siempre lleva al cuello un ostentoso medalln de su santo:

 

            Nunca rezo a las vrgenes, prefiero a Elvis. Muchas veces, se me aparece en        sueos. [Me dice] que en este pas hay mucho artista meditico que no hace    msica con el corazn[11].

 

Por su parte, la cantante Alaska confiesa (o, ms bien alardea de) haberse casado en 1999, y en Las Vegas, por el rito presleyteriano, declarando, a su vez, que ese siempre haba sido uno de los sueos de su vida[12].

 

2.3. Los santuarios

 

Cuando un santo (o dios) del rock abandona su envoltorio mortal, sus fieles necesitan recuperar el norte de sus creencias a travs de un santuario, a travs de un lugar sagrado al que peregrinar para rendir tributo a su dolo eterno.

 

En el caso de Elvis, el espacio mtico por excelencia es Graceland, su mansin en la ciudad estadounidense de Memphis (Tennessee), de cuya fachada no adjuntamos fotografa porque es marca registrada[13]. En este caso el negocio supone un impulso decisivo para la creencia: los herederos de Elvis han registrado el nombre del palacio y organizan visitas a sus estancias, como si de un museo (o templo) cualquiera se tratase. As, muchos de los turistas que viajan al pas piden a las agencias de viaje que les organicen un tour por la mansin y sus alrededores, as como que les faciliten la asistencia a los escenarios de Las Vegas donde triunf el artista.

 

Curiosamente, los datos demuestran que el inters por estos lugares santos va creciendo a medida que pasan los aos, como si la leyenda del cantante se agrandara a medida que la fecha de su muerte se aleja en el tiempo: cuanto ms nebulosa es la figura del artista idolatrado, mayor es su leyenda.

 

El caso del grupo britnico The Beatles resulta, si cabe, ms abrumador en lo que a santuarios se refiere. En primer lugar, Liverpool, su ciudad natal, tiene como principal (y podra decirse que nico) atractivo turstico la ruta de lugares relacionados con el grupo. Destaca The Cavern, angosto bar situado en Mathew Street, y convertido hoy en museo, donde empezaron a dar sus conciertos los componentes del conjunto.

 

A su vez, son visitadsimos dos enclaves de la ciudad que dan ttulo a otras tantas canciones del grupo: la cntrica calle Penny Lane (protagonista del tema homnimo, firmado por Paul McCartney en el ao 1967) y el modesto parque infantil de un orfanato llamado Strawberry Fields (que sirvi de inspiracin a John Lennon para su Strawberry Fields Forever, tambin compuesto en  1967)[14].

 

Por otro lado, los Beatles dejaron su huella en Londres, ciudad en la que grabaron todos sus discos. Hoy en da, los estudios de la compaa discogrfica EMI son venerados por los beatlemanos (as se denominan a s mismos estos seguidores), que llenan de graffitis su fachada y se fotografan cruzando la calle, como ya hicieron los propios miembros del grupo para la portada del lbum Abbey Road, de 1969.

 

Para terminar la enumeracin de los santuarios dedicados a los cuatro de Liverpool, hay que cruzar el Atlntico y llegar hasta Nueva York. All fue asesinado John Lennon el 9 de diciembre de 1980, en el portal del Edificio Dakota, donde resida con su segunda mujer y su hijo menor. El lugar no deja nunca de recibir a multitud de admiradores y curiosos[15]. Frente al edificio, situado en la esquina de la Calle 72 con la 1 Oeste, se encuentra Central Park, que contiene tambin un espacio dedicado al cantante britnico (el Strawberry Fields Memorial) al que suelen acudir los seguidores de Lennon para dejar flores, velas o mensajes escritos[16]. En estos jardines tambin es frecuente encontrar a msicos annimos interpretando canciones del beatle asesinado.

 

Tambin en Nueva York, cabe destacar la importancia del Hotel Chelsea, donde se alojaron alguna vez casi todas las grandes estrellas anglosajonas de mediados y finales de los sesenta, y de principios de los setenta como Leonard Cohen (que le dedic en 1971 el tema Chelsea Hotel No. 2) o Janis Joplin. An hoy, aparte del lujo de sus habitaciones, el mayor reclamo del establecimiento es su glorioso pasado artstico y musical[17].

 

Por ltimo, en Pars, en el cntrico cementerio de Montparnasse, todava se veneran los restos del vocalista y poeta norteamericano Jim Morrison, lder del grupo californiano The Doors. Sus fieles siguen decorando la tumba (que es peridicamente limpiada de pintadas) con velas, flores y recordatorios.

 

Curiosamente, los fanticos de algunas estrellas del rock echan de menos un santuario donde recordar a su artista. El caso ms paradigmtico lo ponen los seguidores del grupo ingls Queen, que inventan mil y una hiptesis distintas sobre el lugar final de reposo de las cenizas del fallecido cantante de la banda, Freddy Mercury (llamado en realidad, Farroh Bulsara, nacido en 1946, y muerto de SIDA el 23 de noviembre 1991): algunos afirman que descansa bajo un almendro de su mansin Kensington (Londres), porque aseguran que ese siempre fue su rbol predilecto, pero tambin los hay que afirman que sus restos incinerados se esparcieron por el mar[18].

 

 

2.4. Otras santificaciones populares: Bob Marley y el surf, Maradona y los Caballeros Jedi.

 

      El cantante jamaicano Bob Marley (St. Ann, Jamaica, 1945-Miami, Estados Unidos, 1981) abander durante toda su vida la protesta de las clases ms pobres de su pas, y pronto se erigi en un mito para millones de personas humildes en todo el mundo (y, sobre todo, en las viejas colonias britnicas de la actual Common Wealth). Ese era un terreno en el que el artista se senta cmodo, y l mismo fomentaba un halo de misticismo proftico en sus composiciones y puestas en escena. Seguramente, desde la perspectiva de agitador de masas l ha sido el ms grande de los msicos del siglo XX.

 

De hecho, Marley es reconocido hoy en da por otros artistas, como Wyclef Jean y Chris Martin como un inmenso e inigualable comunicador:

 

            Por qu Marley es tan distinto a otros grandes compositores? Porque ellos no   saben cmo se vive cuando la lluvia se te cuela en casa. Porque no sabran         encender un fuego y cocinar pescado a la orilla del mar. Marley sali de la        pobreza y la injusticia de Jamaica, y eso se manifest en la rebelda de su sonido. La gente era su fuente directa de inspiracin. [...] Pero es difcil compararlo con     otros compositores, porque la msica no era ms que una parte de l. Tambin era un revolucionario. Su impacto en la poltica fue enorme: incluso intentaron             asesinarle. Marley era como Moiss. Cuando l hablaba, la gente se mova.[19]

 

            -Eso refuerza la teora de que la de los Beatles no es la msica global, sino la     de Bob Marley?

 

            -S, nadie ha hablado al mundo como l. Es el msico ms importante de la           historia. Da lo mismo que ests en Islandia o en Sudfrica: cantas Get up, stand         up y la gente responde.[20]

 

En efecto, la popularidad de Marley se cimienta en sus composiciones, pero tambin en un hbil manejo de los tiempos que se deben utilizar para hacerse con la confianza del pblico.

 

Adems, por si esto fuera poco, la religin rastafari, de la que l fue mximo representante pblico durante su vida, predica un mensaje de cierto atractivo para los aficionados a la msica alternativa y a un estilo de vida contestatario pero pacifista[21].             De esta manera, la ensea tricolor (verde, amarilla y roja) que representa el color del corazn africano se ha adoptado mundialmente como icono de los valores promovidos por Marley a lo largo de su carrera, si bien es cierto que la mayora de los seguidores no llegan nunca a autnticos rastafaris, y se limitan a copiar la esttica de su dolo: el pelo trenzado con rastas, la indumentaria deportiva y el gusto por la marihuana suelen ser sus seas de identidad en la mayora de los casos. Slo en ocasiones muy escasas, (y descontando a los habitantes de Jamaica, que en absoluto se toman a Marley como una pose, y que han llegado a postular el cambio de nombre de la capital, Kingston, por Marleytown) se dan casos de verdaderos conversos que se entregan por completo a la religin rastafari y emigran a Etiopa para cambiar sus vidas.

 

Pero, como ya observamos en el caso de Elvis Presley, nunca deja de haber un poso de aprovechamiento econmico en la gestin postmortem de la popularidad de los dolos. De esta forma, sus discos siguen vendindose a millones, y su imagen se multiplica eternamente en camisetas y accesorios.

 

ltimamente, sus herederos han llegado a vender la imagen de Marley para promocionar una conocida marca de productos deportivos para surfistas. En esa representacin Marley (enmarcado por la bandera tricolor rastafari) es pintado como un ser divino: camina sobre las aguas, iluminado por un potente rayo de luz celestial; sus manos parecen bendecir a quienes lo observan; tiene alas serficas y un halo de santidad le envuelve el cuerpo.

 

Lo ms peculiar de este caso es que a Marley se le perdonan (o incluso se le alaban), aunque sea como mal menor, estas veleidades comerciales. Volvamos al artculo de Wyclef Jean sobre el dolo jamaicano:

 

            Hoy, la gente se esfuerza por encontrar algo autntico. Todo es tan artificial que nos aferramos a cualquier cosa que nos d esperanza. Por eso se siguen           vendiendo camisetas de Bob Marley, porque su msica es una de las pocas cosas           autnticas a las que an podemos aferrarnos[22]

 

Una vez ms, topamos con el adjetivo autntico para explicar el empuje masivo de ciertas figuras divinizadas de la msica moderna. En esta bsqueda de lo nico, de lo asombroso, de lo peculiar, reside buena parte de su fuerza.

 

Por otro lado, la relacin entre msica y deporte es muy estrecha y permeable, y de la misma manera que el surf ha adoptado a Marley como uno de sus iconos, deportes como el ftbol han generado sus propios dioses carnales. As, hace pocos aos (a finales de los aos noventa) surgi en Argentina (y abierta a todo el planeta) la religin que toma al futbolista Diego Armando Maradona como Dios nico: la Iglesia Maradoniana[23]. Tiene su santoral, sus fechas sealadas y su calendario (segn el cual, por ejemplo, 2005 corresponde al ao 43 despus de Diego), adems de diez mandamientos fundamentales, al estilo cristiano (algunos de ellos, y sobre todo el dcimo, ininteligibles para un lego):

 

            1- La pelota no se mancha, como dijo Dios en su despedida.
            2- Amar al ftbol por sobre todas las cosas.
            3- Declarar tu amor incondicional por Diego y el buen ftbol.
            4- Defender la camiseta argentina, respetando a la gente.
            5- Difundir los milagros del Diego en todo el universo.
            6- Honrar los templos donde predic y sus mantos sagrados.
            7- No proclamar a Diego en nombre de un nico club.
            8- Predicar siempre los principios de la Iglesia Maradoniana.
            9- Llevar Diego como segundo nombre y ponrselo a tu hijo.
            10-No ser cabeza de termo y que no se te escape la tortuga

 

Recientemente, el compositor argentino Andrs Calamaro le dedic a su venerado dolo futbolstico[24] estas palabras, llenas de fervor casi mstico (y repletas tambin, no cabe duda, de evidente sebastianismo):

 

            Maradona no es una persona cualquiera,
            es un hombre pegado a una pelota de cuero.
            Tiene el don celestial
de tratar muy bien al baln.
            Es un guerrero.

 

            Es un ngel y se le ven las alas heridas,
            es la Biblia junto al calefn.

            Tiene un guante blanco calzado en el pie
            (del lado del corazn)

 

            No me importa en que lo se meta Maradona,
            es mi amigo y es una gran persona el 10.

            En el alma guardo la camiseta de Boca
            que me regal alguna vez.

 

            Diego Armando, estamos esperando que vuelvas;
            siempre te vamos a querer
            por las alegrias que le das al pueblo

            y por tu arte tambin

 

            Maradona no es una persona cualquiera,
            es un hombre pegado a una pelota de cuero.
            Tiene el don celestial
de tratar muy bien al baln.
            Es un guerrero.

 

 

 

 

 

 

2.4.1.     Una religin peculiar: los Caballeros Jedi

 

Todo comenz en 2001, con un correo electrnico que propag la leyenda urbana por todo el antiguo Imperio Britnico. En su texto se aseguraba que con 10.000 adeptos, una religin sera reconocida como tal por las autoridades de la Common Wealth. Rpidamente, los seguidores de la serie cinematogrfica Star Wars (en Espaa, La Guerra de las Galaxias) rellenaron la casilla de creencias del censo con el sorprendente sintagma Caballero Jedi, como si, adems de fans, profesaran de verdad la religin propuesta por la trama de las pelculas.

 

La noticia no tard en producirse: 300.000 britnicos y  70.000 australianos se declaraban jedis y dejaban perplejos a los responsables del departamento  encargado de realizar el censo. As lo reflejaba, en su edicin digital, la BBC [25], primero para el caso ingls, y despus para el australiano:

 

                  Tuesday, 9 October, 2001, 16:06 GMT 17:06 UK

            Jedi makes the census list

            [...]

            It's official: "Jedi Knight" is ON the list of religions for the 2001 UK census.

 

            A campaign to get people to write the entry on their census forms has succeeded in the term being included on the list of religions, alongside Church of England, Roman Catholic, Muslim, Buddhist and Hindu.

            Sufficient numbers of people wrote the entry in for it to be allocated its own code for the census processing team to use.

            [...]

                  Tuesday, 27 August, 2002, 07:29 GMT 08:29 UK

            Jedi 'religion' grows in Australia

            [...]

            More than 70,000 people in Australia have declared that they are followers of the Jedi faith, the religion created by the Star Wars films.

            A recent census found that one in 270 respondents - or 0.37% of the population - say they believe in "the force", an energy field that gives Jedi Knights like Luke Skywalker their power in the films.

            Most of the 70,509 people who wrote Jedi on their census forms were suspected to have done so in response to an e-mail encouraging all Star Wars fans to get it recognised as an official religion

            [...].

Las autoridades se apresuraron a confirmar que no entraran a valorar las condiciones que constituyen una religin, y recalcaron el hecho de que las 10.000 personas no eran suficientes, y de que los requisitos para oficializar una religin no dependan del censo, sino de otros factores que no se cumplan en esa ocasin.

 

As, el Australian Bureau of Statistics ubicaba a los jedis en la categora de no definidos, pero no poda dejar de reconocer que una gran cantidad de habitantes del pas no tena reparos en declararse seguidor de una creencia recin nacida del caldo de cultivo pop.

 

Las repercusiones del peculiar censo tambin fueron recogidas por la prensa espaola[26], y el fenmeno ha supuesto desde entonces una autntica curiosidad sociolgica.

 

Y a qu se debe esta masiva aceptacin de una religin cinematogrfica?  Precisamente a eso: las pelculas de la Guerra de las Galaxias fueron (y son) vistas con admiracin por  millones de personas en todo el mundo desde su estreno en 1977 [27] y, lo que es ms importante, su trama, su ideario y su esttica son automticamente reconocibles como propias por cualquier habitante del Occidente Cultural.

 

Las coordenadas religiosas que proponen sus guionistas tambin son tpicas y universales, y parecen inspiradas, adems de en un cierto orientalismo, en la historia del propio Jesucristo: una Fuerza misteriosa engendra, en una mujer virgen, al caballero que habr de traer el equilibrio a un Universo atormentado, cuyos habitantes viven tiempos difciles, y aoran un pasado de esplendor en el que reinaban la justicia y la fraternidad desinteresada.

 

Precisamente, estas analogas con el cristianismo han llevado a un pastor protestante norteamericano a explicar La Biblia a travs de los personajes de Star Wars, como se recoge en este reciente artculo del diario por Internet Periodista Digital[28] que a continuacin citamos:

 

La Biblia segn Star wars

RD

Lunes, 23 de mayo 2005

            Como cuenta Tatiana Lpez en La Voz de Galicia, el nuevo catecismo es predicado desde hace unos meses por el reverendo Russell Smith entre sus parroquianos en una pequea iglesia de Cincinnati. El clrigo, que tiene 33 aos y hace cuatro que ejerce, sorprendi a sus feligreses cuando puso el manual, obra de uno de sus fieles, a disposicin de cualquiera que entrara en su templo, segn publico el rotativo Cincinnati Enquirer .

            Smith tambin explic al medio local que su propuesta no pretenda ser desconsiderada con la religin, sino utilizar las pelculas como un vehculo con el que transmitir el mensaje de Cristo entre los ms jvenes: Este es nuestro lenguaje, crecimos con estas historias. Con este estudio no pretendemos blasfemar, sino demostrar que en las pelculas hay insinuaciones de verdad, belleza y pureza que nos puede recordar a la Biblia, declar Smith en la entrevista.
           

 

            Fiel seguidor de la creacin de Lucas desde 1977, el religioso afirma que los filmes poseen fuertes dosis de los valores cristianos como el bien, el mal o la compasin, encarnados cada uno de ellos en los diferentes personajes de la saga.

[...]

 

En definitiva, el ejemplo de la religin jedi, si bien se aparta del mbito musical, ilustra de manera muy grfica los diversos mecanismos que actan a la hora de configurar una creencia popular de nuevo cuo.

 

 

3.     Jess a travs del filtro Pop

 

De la misma manera que, como ya hemos visto en los apartados anteriores, los grandes mitos del rock se manifiestan como divinidades modeladas segn algunos parmetros bsicos del cristianismo, muchas manifestaciones cristianas toman elementos propios de la cultura pop para desarrollarse.

 

De esta forma, la figura de Jess adquiere, ya desde la reverencia, ya desde la iconoclasia provocativa, tintes estticos propios de un personaje de cmic o de un cuadro de Andy Warhol.

 

En el primer grupo, que podramos denominar como actualizadores respetuosos del cristianismo, encontramos comunidades evanglicas que venden productos cristianos inspirados en la figura de Superman, o en los personajes de la tele-basura. Multitud de logotipos decoran miles de camisetas y sudaderas a la venta por Internet[29].

 

Es realmente divertida la parodia que crea, en esta lnea, el director estadounidense Kevin Smith en su pelcula Dogma del ao 1999: uno de los protagonistas maneja constantemente la idea de impulsar un lavado de cara de la Iglesia Catlica a travs de la figura de un Cristo Guay, que, en lugar de sufrir en la Cruz, guie el ojo y levante el dedo pulgar en seal de pasotismo surfista y despreocupado.

 

Por supuesto, el grupo de los que parodian a Cristo gracias a elementos tomados del pop cuenta con ms miembros que el anterior. De esta forma, encontramos quienes lo asimilan a videojuegos[30]; y, a su vez, quienes lo comparan, sin reverencia alguna, con el sper-hroe Superman [31].

 

Destaca, asimismo, el grupo australiano The SuperJesus, que ha hecho de su nombre una marca distintiva muy reconocible en el panorama musical anglosajn[32]:

 

Por otro lado, y dndole la vuelta a la situacin, es noticia en Espaa, desde hace algunas semanas[33], el peculiar caso de un sacerdote catlico rockero llamado Joan Enric Revert, y conocido en su parroquia tarraconense de Masroig como Padre Jony.

 

Revert form con diecinueve aos su primer conjunto (los Seminari Boys), y va a publicar con su actual formacin (los Properly) un disco de rock duro (Provocando la paz) a finales de julio de 2005. El Padre Jony afirma que tiene su propio lema vital (Paz, Jess y Rock and Roll), y no duda en dar conciertos los sbados de madrugada y en decir misa al da siguiente. Y aunque su actitud provoc ciertas reservas entre sus feligreses, el Padre Jony asegura  que,  finalmente, el pueblo se ha hecho a su singular ritmo de vida, porque ha logrado convencer a sus parroquianos de que la fe no es incompatible con la msica que le apasiona.

 

 

4.     San Kiedis, un santo recin nacido: entrevista con dos de sus fieles

 

 

4.1 Algunos datos previos

 

 

Hace un tiempo tuve la ocasin de presenciar en directo una de estas santificaciones musicales. Se trataba de un pequeo grupo de adolescentes de mi barrio, estudiantes del mismo centro donde yo curs la secundaria, que no dejaban de encomendarse a un tal San Kiedis, al que adoraban y rezaban como si de un santo al uso se tratase.

 

En efecto, Anthony Kiedis (nacido en Grandes Rapidos [Michigan] en 1962) es el lder y vocalista del conjunto californiano Red Hot Chili Peppers, y, si bien goza de amplia popularidad en su pas, no se trata de una estrella muy conocida en Espaa.

 

Sorprendido por el comportamiento de sus fieles, entrevist a dos de ellas (Natividad Ra Len, 17 aos, Alcal de Henares, Madrid; Beatriz Martnez Morn, 16 aos, Alcal de Henares, Madrid) Aqu reproduzco sus palabras, tratando de conservar de la manera ms fiel posible, la frescura de las expresiones utilizadas por nuestras dos interlocutoras a lo largo de la conversacin, as como el espritu de las preguntas que les realizamos para recoger su informacin.

 

 

4.2. La entrevista

 

            En primer lugar, formulamos tres preguntas obvias: Cmo surgi todo? Cmo empezasteis a adorar a Kiedis? En qu curso? As respondi Natividad R. L. (diecisiete aos):

 

            N. R. L.- Surgi, pues que empezamos a traer fotos, a la clase... ramos ateas, entonces nosotras nos reamos y hacamos esto para rernos de esto. As que creamos nuestro propio santo, nuestro propio dios, as que queda todo dicho.

 

            Y apostilla B. M. M. (la menor, de diecisis aos):

 

            B. M. M.- Pues a ver... no s... las dos ms o menos no creamos y empezamos, pues en la clase de religin nos reamos y ponamos fotos... pues nada y empezamos a hacer el tonto y se qued como Santo Lituano... San Kiedis.

 

            N. R. L. ya me haba dicho que no crea en Dios, pero consider oportuno insistir en el tema, preguntndole directamente a B. M. M. sobre sus creencias cristianas, a lo que me respondi que era:

 

            B. M. M.- [...] S, entre atea y agnstica.

 

            El siguiente objetivo era catalogar las acciones cotidianas con las que afirmaban su culto, y preguntamos Qu hacais en clase?. As respondieron.

 

            N. R. L.- Yo llevaba las fotos... y nos vicibamos... um... en clase con las fotos.

            B. M. M.- Nosotras siempre tenamos una foto de Kiedis. Nati me bajaba fotos de Internet y nosotras las ponamos y las adorbamos... no es que le adorsemos... pero las ponamos debajo en la cajonera y mirbamos y decamos: Este s que es Dios, y tal. Porque hombre, en una clase estar con un tipo de altar sabes? en la carpeta... yo tengo unas carpetas que renuevo cada ao y siempre estn fotos suyas, biografas, etc. Tengo un pster y una foto en la mesilla...

 

            Y por qu escogieron a Kiedis? Se trata de su edad? De su belleza?

 

            B. M. M.- Nos gustaban mucho sus canciones, porque yo qu s...porque dijimos Joder, el to est bueno.

            N. R. L.- Sali Kiedis porque estaba bueno, para m es un mito sexual. Es carismtico, porque est bueno, le hara un par de favores. Tuvo un pasado conflictivo, aunque no nos importe... eso tambin es verdad, pero nos da igual. Lo del pasado... est bueno! [...]  Me gusta mucho el diente partido[34]... ese diente es fetiche para m.

            B. M. M.- Cuanto ms joven... ms guapo... pero con el pelo largo. Me s casi toda su vida, no s. Me gusta que haya nacido el uno de noviembre, es gracioso, que es Halloween, y eso... [...] Es un poco rarito el chico... bueno, es una estrella! Las estrellas son distintas a nosotros... para eso son estrellas... o las hacemos estrellas no?

 

            Por otro lado, Kiedis tiene muchos tatuajes (sobre todo en brazos y espalda). Este detalle le resultaba atractivo a nuestras interlocutoras:

 

            B. M. M.- El guila que tiene en la espalda es porque le gustan los... bueno en general tiene dos indios. Luego tiene dos brazaletes tribales, una pica antes y el corazn despus... y los tribales de aqu del antebrazo no s muy bien qu significan, simplemente le gustaban [...]. Pero lo de los indios es por defender sus derechos, y eso... un poco contestatario, dira yo. Luego est su estrella de ocho puntas en la mueca derecha... su smbolo s me lo tatuara [...].

           

            Dado que en un primer momento no quedaba completamente claro qu rituales llevaban a cabo para relacionarse con su santo, les preguntamos qu oraciones le rezaban y en qu circunstancias. Dado el procaz vocabulario de alguna de estas frmulas, se mostraron reticentes:

 

            B. M. M.- Yo, s me encomiendo... yo s, algunas veces... No s... cuando tengo algn examen. Hay veces que lo hago de coa y hay veces que lo hago en serio... bueno, por ejemplo, tengo una mana, las cosas que... me pongo nerviosa en los exmenes... que en general, pues yo qu s... utilizar un boli de hace tres aos porque crees que te da suerte. Es lo mismo.

 

            Insistimos: es Kiedis otro fetiche?

 

            B. M. M.- S, es una especie... una mana iba a decir... Digo: Joder, Kiedis, aydame! [...] Y le digo: Si haces que me salga mal el examen o lo que sea, dejar de escuchar tu msica. S, lo amenazo... pues le llamo de todo... es un poco: Hijo de puta, aydame! Por favor! Desde el cario, eso siempre... Hijo de puta, pero Cabrn! y tal... A ver, hijo puta! Hazlo!, y Por favor, eso claro, eso siempre. Yo lo hago en todos los exmenes y funciona. Aprobar, he aprobado todo. [...] Luego hay veces que falla. Para cosas ms importantes? No s... no... S: los partidos de ftbol... ah, bueno, para Fernando Alonso, tambin [...] Pero hay veces que falla. Milagros no tiene, no, por ahora, no... Todava no podemos contar milagros.

 

            Y que opinan aquellos que las rodean y las ven adorando a un santo tan particular? Responde Beatriz:

 

            B. M. M.- Pero lo primero que me dicen es Quin coo es Kiedis?, eso lo primero [...]. Hay gente [cristiana] que s que lo conoca... y que decan Joder! No te ras de m! Era algo as.

 

 

4.3. Comentario

 

De las palabras que acabamos de reproducir se pueden extraer jugosas conclusiones sobre el fenmeno que motiva el presente estudio. Analicemos algunas de ellas.

 

As, en primer lugar, se trata de un culto realizado por parte de muchachas jvenes, y el adorado es un hombre bello y adulto. Esto conecta directamente con muchas tradiciones carnavalescas (como es el caso del Peropalo de Villanueva de la Vera) en las que las mujeres entablan una relacin especial con un hombre (o un monigote) que representa las condiciones masculinas que no se muestran en el resto de los varones de la comunidad. Si Kiedis es santo, es, en primera instancia, por su belleza[35].

 

Pero otros factores intervienen en esta fascinacin: los tatuajes (que simbolizan rebelda para un joven), el pelo largo (que se sale, aunque cada vez menos, de la esttica estndar de la sociedad), su pasado oscuro (detalle sugerente que evoca, de nuevo, una sensacin de libertad ante las normas), y, sobre todos estos elementos, su condicin de estrella (en palabras de B. M. M., Es un poco rarito el chico... bueno, es una estrella! Las estrellas son distintas a nosotros... para eso son estrellas... o las hacemos estrellas no? lo dejan claro). La atraccin distintiva surge de lo extraordinario de la figura del cantante: a los ojos de sus fieles (como sucede con Michael Jackson, Elvis o John Lennon), estas personas est por encima de la normalidad. El paso al mbito de lo divino es sencillo, absolutamente natural si lo analizamos desde esta perspectiva[36].

 

Por otro lado, se refleja tambin en estos testimonios una forma de pensar que afirma la propia personalidad individual desde el punto de vista de lo social: nuestras dos interlocutoras se sienten especiales al creer en un santo como Kiedis (para el que tienen incluso el epteto de Lituano; recordemos que B. M. M. afirma que lo primero que me dicen es Quin coo es Kiedis?), con lo que se piensan que se desmarcan de las corrientes de pensamiento ms generales, igual que se desmarcan de las manifestaciones religiosas admitidas[37]. A su vez, este mecanismo crea una hermandad reducida, en la que los miembros se reconocen a s mismos como partcipes de un hecho que se escapa, a sus ojos, de la norma. Por la reducida extensin de grupos como este, debemos pensar que santos como Kiedis se convierte en dioses personales, con lo que se propicia, ms que una iglesia como tal, un culto privado y de ritmos individuales (yo tengo unas carpetas que renuevo cada ao y siempre estn fotos suyas, biografas, etc. Tengo un pster y una foto en la mesilla...).

 

Y no es extrao or hablar de santos personales a seguidores de estrellas que no han generado iglesias: es el caso de Michael Jackson (que en los ltimos tiempos ha propiciado reacciones fanticas de adhesin, tras ser absuelto de unos cargos judiciales realmente graves), Freddy Mercury y John Lennon.

 

Este tipo de estrellas, en lugar de concitar cultos masivos y estables, provocan adhesiones personales en seguidores que empapelan las paredes de sus habitaciones con sus imgenes preferidas, o que esperan que la intercesin de su dolo les ayude a salir de situaciones complicadas.

 

Por ltimo, la imagen de san Kiedis se monta sobre la estructura de un claro contrafactum del santo cristiano prototpico: bello, joven, vitalista y ruidoso. Sus fieles se comunican con l a travs de conjuros en los que se le amenaza e insulta (no obstante, sus fieles remarcan el respeto que le profesan afirmando que siempre piden las cosas por favor)[38]. Y no adquiere la categora de un dios, porque se ocupa de pequeas tareas cotidianas, como los exmenes, y no llega a realizar milagros.

 

 

5.     Conclusiones

 

En resumen, qu puede resultar ms extrao a la cotidianeidad que una estrella de la msica? Qu puede causar ms asombro que una vida llena de sorpresas, lujos, viajes, y amores prohibidos? Si aceptamos, junto a Lowie y Durkheim (dejando a un lado las precisiones, no siempre amistosas, que aqul haca de ste) que las religiones se basan en las dicotomas de lo asombroso frente a lo habitual, de lo extrao frente a lo normal, de lo sacro frente a lo profano, podemos comprender sin dificultades que muchas personas entronicen, e incluso suban a los cielos, a sus dolos culturales.

     

No cabe duda de que el hombre se mira en espejos idealizados, y de que de ellos recibe la imagen que ms desea ver: una imagen de libertad permanente, de exencin completa de ataduras. Una imagen fabulosa que trasciende el da a da, y que adquiere, con un poco de fe infatigable, la categora de histrica, de mtica, de eterna.

 

En este sentido deben comprenderse los casos comentados a lo largo del trabajo que aqu concluimos. Cuando la antiqusima necesidad humana de creer se cruza con la ms rabiosa modernidad, la suma de los factores da como resultado la divinizacin progresiva de los iconos del pop.

 

 

6.     Bibliografa

 

A continuacin reseamos los libros, artculos y enlaces digitales utilizados para la redaccin de este trabajo. Agrupamos estas referencias, para mayor comodidad del lector, por grupos temticos (generalidades; Elvis; otros grupos, otros cultos).

 

 

a) Generalidades

 

 

      (Sebastianismo)

     

Alexandr Pushkin, La hija del capitn, Madrid, Alianza, 1999.

 

Franois Delpech, "Un mito andaluz: el reino oculto de Boabdil y los moros encantados", Las tomas: antropologa de la ocupacin territorial del reino de Granada, ed. J. A. Gonzlez Alcantud y M. Barrios Aguilera, Granada, Diputacin, 2000, pp. 565-616.

 

Jakob y Wilhelm Grimm, La mujer del musgo y otras leyendas alemanas, ed. y traduc. Jos Manuel Pedrosa y Beln Almeida, Oiartzun, Sendoa, 2000.

 

 

(Religin: tipologas)

 

      Emile Durkheim, Las formas elementales de la vida religiosa, Madrid, Alianza, 1993.

 

            Jos Manuel Pedrosa, Entre la magia y la religin: oraciones, conjuros, ensalmos, Oiartzun, Sendoa, 2000.

 

      Marvin Harris, Introduccin a la antropologa general, Madrid, Alianza, 1981.  

 

      Marvin Harris, Nuestra especie, Madrid, Alianza, 1989.

 

      Robert H, Lowie, Religiones primitivas, Alianza, Madrid, 1976.

 

 

 

b) Elvis

 

Bono, Elvis Presley, Rolling Stone, Madrid, Progresa, nmero 56, junio 2004, p. 44.

 

Cifuentes, Susana, Pareja de reinas, Rolling Stone, Madrid, Progresa, nmero 65, marzo 2005, pp. 49-52.

 

 

 

 

(Pgina oficial)

elvis.com

 

 

(Iglesias de la fe en Elvis)

http://www.geocities.com/presleyterian_church/

http://netministries.org/see/charmin

http://www.frankwu.com/elvis1.html

http://jubal.westnet.com/hyperdiscordia/sacred_heart_elvis.html

 

 

(Imitadores profesionales)

www.elvis4uk.co.uk/ elvis_weddings.html

 

 

            Portela, Lino, Faltan cinco minutos, Rolling Stone, Madrid, Progresa, nmero 68, junio 2005, pp. 109-113.

 

Nigel Patterson, Elvis: sightnings and faith: making sense of the seemingly absurd, en http://www.elvisinfonet.com/sightingsfaith.html

 

 

 

c) Otros grupos, otros cultos

 

(Beatles)

http://www.geocities.com/laughtershock/dakota.html

http://www.upv.es/~ecabrera/letme/newyork.html

 

Jordi Sierra i Fabra, John Lennon, Barcelona, Antrtida,1990.

 

Nicholas Schaffner, Beatles Forever, Lemoyne, Mc-Graw-Hill, 1978

 

The Beatles, The Beatles: Anthology, Barcelona, Ediciones B, 2000.

 

W. J. Dowling, The Beatles. Gua completa de canciones, Madrid, Celeste, 1995.

 

 

(Bob Marley)

Daro Manrique, Coldplay: planes para conquistar el mundo, Rolling Stone, Madrid, Progresa, nmero 68, junio 2005, pp. 56-62.

 

Wyclef Jean, Bob Marley, Rolling Stone, Madrid, Progresa, nmero 56, junio 2004, p.60.

 

 

(Chelsea Hotel)

http://www.hotelchelsea.com/newmain.html

 

Janis Joplin, Canciones, ed. Alberto Manzano, Madrid, Espiral, 1981.

 

 

 

(Interpretaciones de los smbolos cristianos a travs de la cultura pop)

http://www.art316.com/decal-superjesus.jpg

cowbert.2y.net/~sirmoo/ images/superjesus.gif

http://www.thinkingapeblues.com/images/mark_art/jesus.jpg

wiw.org/~jess/archives/ category/apropos-comics

www.superjesus.com.au

 

Buchholz, Y., El capelln rockero, Rolling Stone, Madrid, Progresa, nmero 68, junio 2005, p.51.

 

 

(Jedi)

http://news.bbc.co.uk/2/hi/

http://www.fiade.com

http://www.elhabitatdelunicornio.net.

http://www.periodistadigital.com

 

Moreno, F. y Muio, L., El factor humano. Un paseo por la psicologa desde el patio de butacas, Madrid, Complutense, 2003.

 

 

(Maradona)

http://www.iglesiamaradoniana.com/mandamientos.htm

http://old.ole.com.ar

 

 

(Queen)

Blay, A., Queen: la Reina del Espectculo, Valencia, La Mscara, 1996.

 

Wilde, J., Larga vida a la Reina, Rolling Stone, nmero 66, abril 2005, pp. 46-57.

 

 

 

 

 

 

 



[1] Bono, Elvis Presley, Rolling Stone, Madrid, Progresa, nmero 56, junio 2004, p. 44.

[2] The Beatles, The Beatles: Anthology, Barcelona, Ediciones B, 2000.

[3] Nigel Patterson, Elvis: sightnings and faith: making sense of the seemingly absurd, en http://www.elvisinfonet.com/sightingsfaith.html. Se trata, aunque pueda parecer lo contrario por provenir de un fan de Elvis y estar colgado de una pgina monogrfica del rockero, de un artculo realmente brillante, en el que se aportan muchsimos datos de gran inters para entender el fenmeno de Elvis como dolo religioso. En su extensa bibliografa (a la lectura de la cual no hemos tenido, desgraciadamente, acceso) se llegan a sealar estudios en los que el Vaticano se preocupa de catalogar las caractersticas de este espectacular culto mundial. Es, en definitiva, un trabajo imprescindible para quienes deseen profundidad en lo que aqu, en estas breves lneas, slo esbozamos con demasiada premura.

[4] Los estudiosos de la fe en Elvis sealan al sebastianismo (aunque no lo nombran como tal) como causa principal del culto presleyteriano. Sobre el tema en general, resultan interesantes la novela La hija del capitn, de Alexandr Pushkin, as como los trabajos de Pedrosa, Delpech y Julio Caro Baroja (ver bibliografa en el punto 6 de nuestro estudio).

[5] Aade Patterson que In addition, at least six academic books have been published in the past decade examining the Elvis phenomenon as religion and the motivations of its followers ('Elvites')., lo cual indica el alto grado de inters que el asunto despierta (art. cit. supra)

[6] http://www.geocities.com/presleyterian_church/

[7] http://netministries.org/see/charmin

[8] http://www.frankwu.com/elvis1.html

[9] http://jubal.westnet.com/hyperdiscordia/sacred_heart_elvis.html

[10] www.elvis4uk.co.uk/ elvis_weddings.html

 

[11] Portela, Lino, Faltan cinco minutos, Rolling Stone, Madrid, Progresa, nmero 68, junio 2005, p. 111.

[12] Cifuentes, Susana, Pareja de reinas, Rolling Stone, Madrid, Progresa, nmero 65, marzo 2005, pp. 49-52. Sobre estas bodas, consultar, a su vez, lo ya dicho en el punto 2.2.

[13] Ms informacin en la pgina oficial de Presley: elvis.com. En ella, adems de multitud de datos sobre el rockero, podemos encontrar una amplsima variedad de artculos de coleccionista destinados a la venta promocional (sobre el negocio que gira alrededor de Elvis y su imagen, consultar el punto 2.2.)

[14] Recientemente (consultar prensa escrita de primeros de junio de 2005), se ha creado una cierta polmica en la ciudad y entre los seguidores del grupo al anunciarse el cierre del lugar, con lo que quedara en el aire la propia existencia del lugar en el que tantas horas de infancia pas Lennon.

[15] Se puede consultar la siguiente pgina para ampliar informacin sobre el edificio y otros de sus ilustres habitantes: http://www.geocities.com/laughtershock/dakota.html

[16] Para ms informacin, http://www.upv.es/~ecabrera/letme/newyork.html

[17] http://www.hotelchelsea.com/newmain.html

[18] Para mayor informacin sobre esta banda britnica y la  muerte de su lder, se puede consultar la obra Blay, A., Queen: la Reina del Espectculo, Valencia, La Mscara, 1996. Tambin resulta interesante el artculo Wilde, J., Larga vida a la Reina, Rolling Stone, nmero 66, abril 2005, pp. 46-57. Asimismo, numerosas pginas de Internet ofrecen hiptesis y encendidos debates al respecto.

[19] Wyclef Jean, Bob Marley, Rolling Stone, Madrid, Progresa, nmero 56, junio 2004, p.60.

[20] El cantante britnico Chris Martin, en el artculo Daro Manrique, Coldplay: planes para conquistar el mundo, Rolling Stone, Madrid, Progresa, nmero 68, junio 2005, p. 62.

[21] Desde la abolicin de la esclavitud en Jamaica (1834), los descendientes de africanos de la isla mantuvieron viva la llama del recuerdo de sus sufrimientos. En 1931, tras muchos intentos de unificacin poltica de estas ideas de redencin (como los del pastor Marcus Garvey), y despus de propagarse por toda la isla una firme creencia en la necesidad de que los descendientes de los antiguos esclavos volvieran a frica en libertad, Ras Tafari Makkonen se coron como Emperador de Etiopa, llamndose a s mismo descendiente de la reina de Saba y Salomn, y adoptando el nombre de Hail Selassi. Bob Marley retom el testigo de esta doctrina aos ms tarde (a principios de los setenta), hasta dotarla de una dimensin mundial.

[22] Art. cit., p. 60.

[23]http://www.iglesiamaradoniana.com/mandamientos.htm. Informacin de utilidad sobre el tema tambin en http://old.ole.com.ar

[24] Este es tema dcimo del disco doble Honestidad Brutal, publicado por Calamaro en 1999 (en el sello discogrfico Warner-Dro). Se marcan en negrita los pasajes ms relevantes para nuestro estudio, por su similitud con las oraciones tradicionales (En el alma guardo), o por su marcado sebastianismo (estamos esperando que vuelvas [...])

[25] http://news.bbc.co.uk/2/hi/

[26] Ver diario El Mundo, de fecha 8 de octubre de 2001. Adems, la pgina especializada http://www.fiade.com

[27] Esta explosin de pblico cinematogrfico ha hecho que otras superproducciones, como El Seor de los Anillos, adquirieran tintes religiosos y masivos similares. Interesante es tambin el libro de Moreno, F. y Muio, L., El factor humano. Un paseo por la psicologa desde el patio de butacas, Madrid, Complutense, 2003. En la misma lnea, http://www.elhabitatdelunicornio.net.

[28] http://www.periodistadigital.com

[29]  Ver:  http://www.art316.com/decal-superjesus.jpg

[30] cowbert.2y.net/~sirmoo/ images/superjesus.gif

[31] La primera imagen ofrecida como muestra en este apartado (1)  es obra del dibujante Mark Poutenis: http://www.thinkingapeblues.com/images/mark_art/jesus.jpg. La segunda (2), se encuentra en la pgina wiw.org/~jess/archives/ category/apropos-comics

[32] Su pgina oficial es www.superjesus.com.au

[33] Buchholz, Y., El capelln rockero, Rolling Stone, Madrid, Progresa, nmero 68, junio 2005, p.51.

[34] El cantante tiene un incisivo superior partido.

[35] Curiosamente, como si de un enlace con Apolo se tratara, N. R. L. se fija en su dentadura.

[36] En ningn momento nuestro estudio se ha planteado trazar una tipologa precisa del fenmeno religioso, sino que nos hemos mantenido siempre en una posicin meramente emprica. No obstante, hemos recurrido a las ideas de Harris, Lowie y Durkheim para explicar hechos como este. Para una mayor profundizacin en la materia hemos manejado (y recomendamos) la bibliografa anotada en la seccin 6(a) de este trabajo.

[37] Patterson tambin constata este hecho para la fe de Elvis: If you mention in casual conversation that Elvis Presley represented some type of religion what do you think people's reaction would be? It is likely you would meet with either sceptical disbelief (the "Don't be absurd!" view) or sceptical amusement (the "You're not really serious" view). Yet, this is a very serious subject and as we'll touch on, the debate mirrors similar debates throughout religious history (art. cit. supra)

[38] Para una tipologa del ensalmo, la oracin y el conjuro: Jos Manuel Pedrosa, Entre la magia y la religin: oraciones, conjuros, ensalmos, Oiartzun, Sendoa, 2000.