Katz, Marco. Tiras, timbres y estereotipos: el negro Memn Pingun y la manipulacin de la cultura popular con representaciones tnicas. Culturas Populares. Revista Electrnica 5 (julio-diciembre 2007).

http://www.culturaspopulares.org/textos5/articulos/katz.htm

 

ISSN: 1886-5623

Recibido: 12/12/07    Aceptado: 07/01/08

 

 

 

Tiras, timbres y estereotipos: el negro Memn Pingun y la manipulacin de la cultura popular con representaciones tnicas

 

Marco Katz

Universidad de Alberta

 

Resumen

Memn Pingun es el protagonista negro de una serie muy conocida en Mxico (desde 1945) de cmics, tiras o historietas ilustradas. Aunque fueran casuales, la proximidad de un discurso del presidente mexicano del 13 de mayo 2005 y la aparicin una quincena despus de cinco timbres postales como homenaje a Memn Pingun sugiere un vnculo entre ambos acontecimientos. El presente estudio sobre la polmica de los sellos de Memn Pingun, vinculado con las palabras presidenciales, explica el funcionamiento de los timbres postales como un gnero literario —un tipo de cuento corto, quizs, entre las tiras cmicas— y considera las maneras en que estos textos cruzan fronteras nacionales, lingsticas, y culturales, creando cuestiones sobre las imgenes tnicas y sobre quienes tienen los derechos de manejarlas.

Palabras clave: Memn, Vicente Fox, George Bush, fronteras, cmicas, cmic, estampillas, sellos, filatlica, historietas, racismo, estereotipos.

 

Abstract

Memn Pingun is the Black protagonist in a famous set of comics that first appeared in Mexico in 1945. However coincidental, the proximity of a speech by the Mexican President on 13 May 2005 and the appearance a fortnight later of five postage stamps commemorating Memn Pingun suggests a connection between these two events. This study of the Memn Pingun stamp controversy, connected to the presidential speech, explains how postage stamps function as a literary genre —a type of cuento corto, perhaps, among comic strips— and considers the ways in which these texts cross national, linguistic, and cultural borders, creating questions about ethnic images and who has the right to manage them.

Keywords: Memn, Vicente Fox, George Bush, borders, comics, comic books, comic strips, stamps, filatelic, philatelic, racism, stereotypes.

 

 

LEAD Technologies Inc. V1.01

Fig. 1. Historieta de Memn Pingun.

 

Introduccin (como un sobre)

Seora doa Lupita. . . Ahora s, pela muy grande tus ojos, porque no adivino cmo me vas a sacar de todo esto.

Gajes del oficio Memn Pingun (32)

 

N

ormalmente, los estadounidenses no esperan comentarios sobre los afro-americanos desde su frontera surea. No obstante, en 2005 Mxico envi dos mensajes fuertes sobre el tema. El primero, enviado en el 13 de mayo, vino directamente de la boca del presidente Vicente Fox Quesada, quien dijo: los mexicanos, llenos de dignidad, voluntad y capacidad de trabajo, estn haciendo trabajos que ni siquiera los negros quieren hacer all en Estados Unidos (Defienden). La reaccin surgi de inmediato con duras crticas por organizaciones afro-americanas en Estados Unidos seguido por expresiones por parte del presidente mexicano de su enorme respeto a las minoras cualquiera que sea su origen racial, tnico y religioso (Defienden). Slo una quincena despus del discurso presidencial aparecieron cinco timbres postales como homenaje a Memn Pingun, una caricatura afro-mexicana con estereotipos chocantes para algunos tanto en Mxico como en los Estados Unidos. Aunque fueran casuales, la proximidad de ambos discursos sugiere un vnculo, o consciente o no, entre ambas acciones.

Este trabajo, que considera los mensajes posibles de Fox y su gobierno, empieza con una investigacin de Memn, dentro y fuera del contexto mexicano, que sugieren pistas para entender los mensajes enviados por el presidente Fox. La historia de las historietas forma la segunda parte de esta consideracin. El desarrollo de las tiras cmicas con elencos regulares tiene vnculos con los representantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), las grandes empresas mexicanas, y los otros poderes del pas, todos con mensajes propios que quieren difundir. Memn Pingun y sus amigos no son nicos en el mundo de las historietas; esta literatura abunda con otros barrios y otros grupos amistosos y familiares no slo en creaciones mexicanas sino tambin en historietas importadas de otros pases. Dentro del contexto mexicano, Memn tiene significados distintos que los que lleva fuera de sus fronteras. La tercera parte de este trabajo explica la funcin de los timbres postales como gnero literario —un tipo de cuento corto, quizs, entre los dibujos animados— y las maneras en que estos textos cruzan fronteras nacionales, lingsticas, y culturales, creando debates sobre las imgenes tnicas, sobre quienes tienen los derechos de manejarlas, y sobre las diferencias culturales en sus recepciones. La cuarta parte considera los mensajes de los gobernantes. Aunque las pginas de opinin en los peridicos llenan con cartas que afirman la necedad de los mandatarios, la sincronizacin del discurso presidencial sobre los negros estadounidenses y el estreno de las estampillas de Memn indican una mayor planeacin que la torpeza o simple imprevisin. Vistas a travs de un anlisis de los timbres, los cmics, y la historia de Memn Pingun, se esclarecen las acciones del presidente mexicano y su administracin con respecto a las imgenes de los afro-americanos entre el pueblo mexicano.

 

I. Memn el mensajero

A medida que uno te va conociendo, descubre que no eres tan tonto como aparentas.

Chisme Memn Pingun (27)

 

En su libro Bad Language, Naked Ladies, & Other Threats to the Nation. A Political History of Comic Books in Mexico Anne Rubenstein observa que Yolanda Vargas Dulch era la guionista ms exitosa de las historietas y que dos de sus obras —Memn Pingun y Lgrimas, Risas y Amor— eran los ms populares (46-47). Sin embargo, su libro no contiene otra mencin de Memn Pingun. Adems, Rubenstein ni deletrea correctamente el ttulo de la historieta. A pesar de su popularidad, muchos comentaristas suelen evitar las discusiones sobre Memn Pingun. Se nota tambin el deseo de ignorar esta publicacin difcil en las polmicas sobre los timbres de Memn. Aunque las estampillas mexicanas estimularon la creacin de artculos emocionantes en la prensa y alianzas inesperadas, vistas en los discursos de George W. Bush y Jesse Jackson por un lado y Vicente Fox y unos comentaristas de La Jornada por el otro, los debates decayeron en unas pocas semanas. Mientras tanto, el Servicio Postal Mexicano (SEPOMEX) sigue mostrando las estampillas en su lugar del Internet, visible por todo el mundo, pero se contesta a los pedidos que este producto se encuentra agotado y NO se pudo agregar al carrito, por que su inventario actual es de 0 pieza(s).

La historia de Memn Pingun empez en 1945 en la revista Pepn y su elenco cuenta con su madre, Eufrosina, y sus amigos Ernestillo, Carlos (Carlangas), y Ricardo (Rica). Las historietas fueron reeditadas, escribe Palapa, en esa misma publicacin en 1952; adems, el Grupo Editorial Vid ha realizado seis reediciones, entre 1961 y 2001. La pgina de Memn Pingun, una fuente que ofrece un balance sorprendente de informacin sobre la historieta y sus personajes, indica los nombres con que Memn llama a su mam: mi cachote del alma, mi gordis, chulita, pedacito de mis entraas, corazn y otras lindezas por el estilo. Aunque ella es gorda y vieja, l asegura que es divina, garbosa y guapetona. En una entrevista con Palapa, Manelick de la Parra Vargas record que su madre acababa de regresar de La Habana

 

cuando decidi crear el personaje, pues estaba fascinada con los nios negros, as que incluy a un negrito en su historieta. El nombre Memn Pingun surgi a partir del apodo de Guillermo de la Parra, quien entonces era novio de Yolanda Vargas Dulch. Lo de Pingun vena de pingo, una forma de referirse a los nios traviesos.

 

 

 

Fig. 2. Ebony White y The Spirit

 

Pablo Espinosa contradice la versin de Manelick de la Parra Vargas en otro artculo de La Jornada, La negritud de Memn Pingun se remonta a EU, que culpa Ebony White,[1] un personaje de The Spirit, una tira cmica estadounidense creada por Will Eisner en 1940. El parecido entre el Ebony estadunidense y el Memn Pingun mexicano es indudable —afirma Espinosa—. El propio Sixto Valencia ha reconocido que tom como modelo a Ebony para dibujar a Pingun. Espinosa aade que, dado al racismo oriundo del vecino del norte, los estadounidenses no deben criticar a los mexicanos. Sin duda, la representacin de Ebony White, visto en la figura 2, es parecida a la de Memn Pingun, en la figura 3. No obstante, las semejanzas no son completamente convincentes. Ambos muestran los labios grandes y blancos, los ojos muy abiertos, y la nariz chata pero tales rasgos forman los estereotipos de otros muchos personajes anteriores de las pelculas hollywoodenses hasta incluso los participantes en las actuaciones minstrales del siglo XIX. Despus de los debates de las estampillas, las descripciones de Memn —alabndolo por entraable o recriminndolo como icono del racismo— abundan por todas partes. Durante los aos de existencia de esa historieta, en Mxico nadie se ha sentido ofendido, inclusive es un personaje muy querido —insiste Elena Poniatowska— No entiendo por qu ahora se desata esto. Por qu en Estados Unidos no se han sentido ofendidos, por ejemplo, con la negrita que aparece en algunas cajas de harina para hot cakes?. Desde otra perspectiva, Marco Polo Hernndez Cuevas ofrece una opinin ms sucinta: Memn es la imagen caricaturizada de un nio marcadamente negro oscuro que ms bien da la impresin de ser un chimpanc (52).

Elisa Velzquez Gutirrez, especialista en el tema de la negritud, coordinadora del seminario de poblacin de origen africano en Mxico del Instituto Nacional de Antropologa e Historia (INAH), afirma que el caso de Memn revela el racismo oculto de Mxico. Me parece grave que no advirtamos la magnitud del problema —indica en una entrevista con La Jornada—. No se trata de atacar o defender la historieta Memn Pingun, sino de ir ms all y adentrarnos a un asunto grave. . . Tenemos bloqueada la presencia africana en nuestra historia; no podemos, pues, vivir aislados del racismo. Velzquez introduce una cuestin ms relevante que los posibles orgenes cubanos o estadounidenses de Memn: la existencia verdadera de una poblacin con orgenes africanas en Mxico. Ella y otros acadmicos, como Dr. George Priestley, un catedrtico afro-panameo de la Universidad de Columbia (Nueva York) y Juan Flores y Miriam Jimnez Romn, coordinadores del Proyecto de Investigaciones y Recursos Afro-Latinos,[2] han empezado investigaciones para desenlazar la suposicin persistente de que la gente con orgenes africanas no vive en algunos pases de Amrica Latina o que ellos han asimilado hace mucho tiempo en la cultura general.

No todas las expresiones de la cultura popular son positivas o valiosas advierte Velzquez:

 

Tambin tenemos que cuestionar cosas de la cultura popular que reproducen estereotipos llenos de prejuicios, como por ejemplo el papel de las mujeres en muchas telenovelas. No puede ser que el gobierno sea tan insensible de lanzar un timbre postal con una imagen de estereotipo con muchas connotaciones a escala internacional. No slo lastima el sentir internacional, por ejemplo en pases donde ha existido aguda discriminacin hacia la raza negra, como Brasil o Sudfrica. Tambin revelamos nuestra ignorancia hacia lo que implica el racismo.

 

En su consideracin de las visiones ms amplias de lo latinoamericano, divulgada en Diferentes, desiguales y desconectados: Mapas de la interculturalidad, Nstor Garca Canclini trata de abordar el problema del racismo con el ejemplo del cadver exquisito, que envuelve no slo los indgenas y los afro-americanos sino tambin los rabes, italianos y judos,

 

hasta las migraciones asiticas ms variadas (japoneses, coreanos y chinos). Esta vasta multiculturalidad desdibuja lo supuestamente distintivo, o sea lo indgena y tambin lo latino de nuestra Amrica. Hay que preguntarse, entonces, cmo alcanzar una redefinicin ms inclusiva de lo latinoamericano. O si acaso tanta multietnicidad vuelve imposible la tarea. (136-37)

 

Para los dirigentes nacionales, esta multiplicidad de etnias funda la prioridad de hispanizar el pas, una fundacin del progreso para algunos oficiales. Observa Hernndez: El negro mexicano y sus descendientes de color quebrado salan de la colonizacin y entraban a la globalizacin. De esta manera y al mismo tiempo el criollo legitimaba su derecho al poder ya que era el ms blanco de apariencia y manejaba la lengua oficial mejor, por lo regular (53). Se ve, entonces, como la opresin a los negros no slo sirve para negar la existencia de los afro-mexicanos sino tambin invalida la cultura indgena y aun todos los que quedan fuera de lo criollo. Por ejemplo, los programas para promover la alfabetizacin, a veces desarrollados con la utilizacin de las historietas, difundieron el castellano e ignoraban los idiomas anteriores del pas.

 

Fig. 3. Los cinco timbres postales de Memn Pingun.

Una lectura de los timbres ayuda en el entendimiento del mensaje. Se ve por primero que el nombre del pas, Mxico, aparece en la primera lnea. El precio de las cinco estampillas de Memn, 6.5 pesos, indica que SEPOMEX las cre para el uso domstico; se supone que su empleo en correos internacionales fue imprevisto. Hay gente, sin embargo, que una los timbres para alcanzar la cantidad necesaria para los envos al extranjero, y no hay nada sorprendente en la reaccin de los carteros estadounidenses, en gran parte afro-americanos, a la llegada de los timbres a los Estados Unidos.

Rafael Laveaga, portavoz de la embajada mexicana en Estados Unidos, insiste, Tal como en Mxico jams se ha interpretado a Speedy Gonzlez de manera racial, la imagen de Memn Pingun no tiene intencin de ofender a nadie (Moreno). Segn Ral Carbajal Martnez de la Gerencia de Emisiones Filatlicas, Coordinacin de Promocin y Venta Filatlica, de SEPOMEX, en vez de repetir los diseos de los cmics, los dibujos de Memn fueron elaborados precisa y exclusivamente para las estampillas postales. Nancy Torres, la artista quien cre los diseos de los timbres, recreaba los rasgos fsicos de Memn, mencionados antes, en cada timbre. El primer timbre presenta Memn en una posa tpica de unas representaciones estadounidenses, con los brazos cruzados y vestido en pantalones verdes y zapatos muy grandes y lustrados. El traje que lleva Memn en el segundo timbre puede ser de un diplomtico, pero la flor amarilla en su mano derecha le da un toque chaplinesco. En una aparente auto-referencia, Memn esta corriendo con un peridico en el tercer, aunque no se sabe si la pgina llena de colores representa su propia historieta. En el cuarto, Memn lleva un traje de gala con una pajarita que constrasta —en la manera de los nombres estrafalarios dados a los esclavos— con su postura y mirada. Eufrosina, la madre de Memn, est en el fondo del quinto, mirndolo cariosamente. Aquella mam, como seala Poniatowska, es muy parecida a la Ta Jemima de los panqueques.

 

 

II. La historia de las historietas

Afortunadamente, Memn cerr el pico!

Chismes Memn Pingun (26)

 

En todas partes escribe bell hooks,[3] me encontr con la aceptacin y la celebracin de la negritud siempre que permaneciera dentro de los confines del primitivismo[4] (10). Aunque la profesora hooks escribe sobre su experiencia en Europa, la actitud expresada tiene semejanzas con unos textos que circulan en Mxico. Las tiras cmicas de Condorito, escritas por Pepo en Chile pero impresasy muy bien diseminadas— en Mxico, suelen mostrar los negros desnudos, con huesos en los cabellos y con la bemba color. En un episodio titulado Roma, por ejemplo, el protagonista, Condorito aparece como un Csar viajando en las espaldas de tres negros enormes. Despus de dejarles descansar en una taberna, Huevoduro, otro personaje regular de la tira, le pregunta, Cmo permites que tus esclavos vayan a beber, Cndor Csar?. Condorito contesta, Son un modelo nuevo, Sport, Cayo Huevo. . . Rinden 10 kilmetros por litro (N 98 49). Condorito aparece como un jefe africano estereotpico en otro episodio, Ayuda, en que dos misioneros blancos vienen para ayudar una tribu semidesnuda con huesos en vez de gorras. Condorito pregunta, Y qu clase de ayuda?. El primer misionero[5] afirma, Sabemos que aqu viven 300 canbales y que todos pasan hambre y el segundo aade y nosotros somos vuestra salvacin!. Condorito replica, Qu ayuda ms pobre! Dos misioneros para alimentar a 300 canbales! (N 100 11). Los comics de Condorito son muy divertidos, incluso las tiras que tratan con los estereotipos de los negros y otros grupos. No obstante, con pocas excepciones, aparte de su existencia salvaje los negros no tienen otro papel dentro de sus hojas.

El gobierno de Mxico entiende la importancia de estos cmics como gnero til, igual que las estampillas, para la diseminacin de su punto de vista. Los vnculos entre las historietas y los peridicos de noticias aseguran que los confines entre la supuesta no-ficcin de estos y la ficcin de aquellas permanecen ambiguos. Rubenstein, relata los numerosos vnculos entre el gobierno y las casas editoriales de las historietas y observa que las protestas en contra a los cmics y la Comisin Calificadora que simultneamente censuraba y protega a las casas editoriales imponan sus efectos en los estilos de las historietas. Como resultado de tales influencias, el pblico senta una relacin estrecha con los creadores y los personajes de las historietas, un sentimiento que an existe. Aun antes de la fundacin de la Comisin Calificadora —aade Rubinstein— las casas editoriales de los cmics y los dems peridicos de morales dudosas mantenan conexiones fuertes con el gobierno mexicano con el fin de evitar las iniciativas populares para la censura[6] (141).

La Ԏpoca dorada de los cmics en Mxico, escribe Rubenstein, coincidi con las dcadas del crecimiento de la economa mexicana durante los aos treinta hasta los cincuenta. En aquel ambiente, mientras que el gobierno estaba movilizando la alfabetizacin, alguna lectura sirviera como una afirmacin de la conexin entre el consumidor y la nacin as que mostraba su participacin en una actividad que el gobierno cuidadosamente y extensivamente ha destacado revolucionaria[7] (16). En una entrevista con Fabiola Palapa Quijas, Manelick de la Parra Vargas, hijo de Vargas Dulch y actual director del Grupo Editorial Vid, confirma la historia de Rubenstein, diciendo que Memn fue un vehculo para aprender a leer. S logr que por curiosidad, nios y adultos, aprendieran a leer para saber qu le pasaba a Memn

Las historietas todava gozan con muchos lectores. Rubenstein nota que los cmics, a pesar de su baja diseminacin en la actualidad, cuentan por ocho de los diez peridicos ms vendidos en Mxico (7-8). En 1978 —afirma Manelick de la Parra Vargas— se vendan 25 millones de ejemplares de historietas al mes y ahora, juntando todos slo se venden 4 millones al ao. Garca Canclini en Culturas hbridas, observa Las historietas se han vuelto a tal punto un componente central de la cultura contempornea . . . Participan del arte y el periodismo, son la literatura ms leda, la rama de la industria editorial que produce mayores ganancias (316). En Mxico, l nota, los libros, las revistas y las reediciones de las historietas superan 70 millones de ejemplares mensuales.

 

 

III. Los mensajes enviados por las estampillas

Voy volando!

Chisme Memn Pingun (14)

 

Igual que la novela, el timbre postal surgi relativamente reciente como gnero literario. No obstante, ambas formas disfrutan de una amplia diseminacin y por eso llevan mensajes a las masas. Segn Frank Nuessel, los receptores de las cartas tenan que franquearlas hasta que Sir Rowland Hill de Inglaterra introdujo el timbre en 1840 (135). Obviamente, el sistema anterior perdi los gastos del transporte cuando el receptor no tena los recursos para pagar el cartero o simplemente no quera aceptar la entrega. En la actualidad, 600 autoridades por el planeta fabrican timbres que muestran unos 250.000 diseos. Los pases de Amrica Latina fabrican alrededor de 10% del total. Los timbres postales, escribe Nuessel, poseen un cierto valor simblico, como una bandera nacional, que muestra la manifestacin externa del nacionalismo popular de un pas. Como una manera de proclamar e infundir un orden de valores comunes, los timbres funcionan como parte de la formacin de la poblacin de un Estado[8] (124).

Los primeros sellos, observa Jack Child, tenan dos mensajes. Por primero, un timbre debe tener una auto-referencia, mostrando que es, en efecto, un timbre. Tambin debe contener en su cara una cantidad cobrada que corresponde con el peso y el tamao de la carta o el paquete. Un tercer mensaje, el pas de origen, no apareci en los primeros timbres ingleses, y en la actualidad Inglaterra imprime en sus sellos la figura de la reina en vez del nombre del pas (Child 113-14). No falt mucho tiempo para la incorporacin de mensajes ms amplios en los timbres. Se puede afirmar escribe Child,

 

que estn tomados para concedido los timbres postales y que el pblico en general no hace mucho caso a sus diseos y mensajes. Estn all los mensajes, sin embargo, y el timbre ubicuo es una forma de arte vista diariamente o frecuentemente por casi todo los ciudadanos. Puede que la transferencia de los mensajes trados sea de manera subconsciente o sutil pero el proceso de la repeticin (muchos vistazos al mismo diseo) consolida la entrega del mensaje.[9] (109)

 

Los artculos de Nuessel y Child ofrecen una historia de los timbres como manifestaciones del poder y mensajes que quieren diseminar los gobiernos sobre el futuro, los buenos actos pblicos, consejos para mantener la salud y —sobre todo— su derecho de gobernar. Child se enfoca en las estampillas que muestran propaganda con el fin de promover las empresas nacionales, desacuerdos sobre fronteras o territorios, y pretensiones a mejorar las imgenes de los pueblos. En una carta al Ministro del Interior, por ejemplo, el director de Correos Argentinos abog para la inclusin de temas econmicos en los timbres con el propsito de crear mercados mundiales para productos de Argentina (Child 122). Brasil hizo una estampilla en 1998 con el lema Promoo Frisco como parte de un sorteo coordinado entre el gobierno, una emisora televisiva, y la marca Frisco de jugo de mango (Child 123).

A veces un pas intenta resolver sus disputas fronterizas con un timbre que muestra el mapa nacional con lneas que conviene con sus propias reclamaciones. Venezuela lo hizo muy temprano, en 1896, con su reclamacin de Guyana, creando una prctica que surgi de nuevo en 1900 en La Repblica Dominicana que ha tenido rias sempiternas con su vecino Hait. Uno de los mitos ms duraderos de la filatelia, aparentemente verosmil en parte —observa Child— es la manera en que un timbre postal participaba en el cambio del lugar del canal istmo desde Nicaragua a Panam[10] (128). En 1967 Guatemala emiti un timbre con la indicacin Belice es de Guatemala (Child 130). Chile contest a unos timbre franceses sobre sus islas del Pacfico con el lema Isla de Pascua. Territorio Insular Chileno (Child 134). Otros ejemplos en el artculo de Child incluyen disputas entre Brasil y Bolivia y entre Bolivia y Paraguay (Child 135-36).

Paraguay, observa Nuessel, contest a unas reclamaciones chilenas con un timbre que afirmaba, El Chaco Boreal ha sido, es y ser de Paraguay (130). Nuessel nota como Ecuador, en un timbre de 1960, trataba de negar su tratado con el Per con el lema Ecuador ha sido, es y ser pas Amaznico. El Per contest con un timbre bastante prolijo, Estas tierras y estos ros han sido, son y sern peruanos. Frontera fijada por el Protocolo de Ro de Janeiro de 1942 (131-32). Como se puede imaginar, los timbres argentinos e ingleses sobre Las Islas Malvinas son numerosos (Nuessel 125-28). El timbre ms divertido de las peleas fronterizas muestra Eduardo Abaroa, un general boliviano de la Guerra de la Pacfica (1879–1883), y su afirmacin, Rendirme yo?... Qu se rinda su abuela . . . ! (Montoya)[11].

Unos pases con ricas herencias precolombinas, observa Child, forjan la unidad nacional con timbres que destacan los vnculos con las pocas anteriores: Mxico con los aztecas, Guatemala y Mxico con los mayas, y el Per, Ecuador, y Bolivia con los incas y otros grupos relacionados. Las revoluciones del siglo XX en ambos Mxico y Bolivia incluyeron bsquedas deliberadas de las races precolombinas despus de muchos aos de imitacin esclava decimonnica de los modelos europeos[12] (121). Adems, existe por lo menos un ejemplo temprano, aun no intencionado, de una controversia sobre una figura negra en un timbre. Originalmente, nota Child, las razones dadas para no poner la cabeza del emperador Dom Pedro de Brasil en los primeros timbres incluyeron el argumento que la mancha negra de la cancelacin sera una afrenta al rostro real[13] (115).

A lo largo de los aos, el gobierno de Mxico no se ha quedado al margen de este intercambio de mensajes nacionales y el mandatario actual ha mostrado su conocimiento del poder de las estampillas como vehculo de mensajes. Child nota la campaa iniciada en 2002 por la nueva administracin de Vicente Fox incluy timbres postales con una llamada para una mayor honestidad en una administracin libre de la mordida... Los timbres proclamaban tambin un Cdigo tico de los Servicios Pblicos de la Administracin Federal[14] (118). Desde entonces, la administracin de Fox ha permanecido consciente del poder ofrecido por los mensajes de las estampillas, como se ve en el archivo digital mantenido por SEPOMEX en su lugar del Internet. La obra de SEPOMEX incluye una serie llamada Mxico Turstico con estampillas dedicadas a cada uno de los estados. Otra serie muestra dibujos de plantas y animales con el lema Mxico Conserva. Los ejemplares de Mxico Creacin Popular muestran representaciones artesanales e industriales. Los homenajes en los timbres incluyen tributos a tres mujeres —Frida Kahlo, Eulalia Guzmn, y Adela Formoso de Obregn[15]— y muchos hombres como Carlos Pellicer, Andrs Eloy Blanco, Federico Garca Lorca, y Wolfgang Amadeus Mozart y a las ocasiones como el Da Internacional de la Mujer, el Centenario de los Japoneses en Mxico, la Copa Mundial de Ftbol, el XXV Aniversario del Festival Internacional Cervantino, Motivos Navideos, 100 Aos de la Presencia Juda en Mxico, y La Caricatura en Mxico. Esta ltima cuenta con La Familia Burrn y Memn Pingun.

 

 

IV. El mensaje de Fox?

Me late que se oli la mentirota.

Chisme Memn Pingun (10)

 

Todas consideraciones entorno a la figura de Memn deben tomar en cuenta los poderes desiguales de ambos pases y deben mantener un escepticismo conveniente cuando se encuentran con la larga tradicin de crticas estadounidenses a las costumbres mexicanas. Las prcticas culturales de Hollywood en el hemisferio han diseminado un punto de vista que destaca la superioridad del Norte. En Para leer el Pato Donald: Comunicacin de masa y colonialismo Ariel Dorfman y Armand Mattelart detallan la diseminacin por parte de Disney de estereotipos sobre Amrica Latina entre los latinoamericanos. Siempre en el fondo, notan Dorfman y Mattelart, las obras de Disney expresan el concepto de la inferioridad del Sur, los pases supuestamente subdesarrollados, y si no aceptan esta definicin de su ser, hay que bajarles los pantalones y darles una buena zurra. Para que aprendan! (58).

A veces, las crticas de Memn adoptan el tono de que Mxico tiene que aprender las lecciones de la experiencia estadounidense, como si el pas del Sur fuera un hermano menor de la potencia del Norte, un neoexotismo crtico —en las palabras de Mabel Moraa— que mantiene a Amrica Latina en el lugar del otro, un lugar preterico, calibanesco y marginal, con respecto a los discursos metropolitanos. Refirindose a una cita de Jean Franco en que el Norte aparece como el cerebro y el Sur como el cuerpo, Nelly Richard nota las diferencias entre hablar desde y hablar sobre y aade,

La autoridad conceptual implicada en el hablar sobre Latinoamrica desde la academia internacional, se ejerce a travs de una divisin del trabajo que, en el inconsciente de muchos de los discursos del Latinoamericanismo, suele oponer teora y prctica [y soportar] la fantasa de una Amrica Latina cuya autenticidad radicara en la fuerza primordial de la experiencia vivida. (nfasis en el original)

 

Michelle Malkin, quien niega el racismo estadounidense aun en el encarcelamiento de los japoneses-americanos durante la II Guerra Mundial,[16] descubre en los timbres un claro caso de racismo apoyado por el intocable gobierno mexicano[17] (nfasis aadido). Al contrario de tales comentarios, Enrique Krauze seala que en muchos aspectos Mxico ha desarrollado una poltica ms favorable que los Estados Unidos a la gente de color. Empezando con los presidentes Benito Jurez, un zapoteca quien aprendi castellano como segundo idioma, y Porfirio Daz, hijo de una mixteca, Krauze relata una historia que incluye los afro-mexicanos Jos Mara Morelos, un comandante rebelde durante la Guerra de la Independencia de 1810-1821 y el general Vicente Guerrero, quien sirvi despus como presidente de la Repblica. Krauze no deja de incluir muchos detalles de la gran narrativa del mestizaje en su defensa de Memn Pingun. Mara Luisa Arredondo, escritora de La Opinin, intenta una opinin balanceada:

 

Ciertamente, como lo han anotado algunos crticos de Memn, no se puede negar que Mxico sea un pas ajeno al racismo y a la discriminacin contra las personas de piel oscura. Pero de ah a considerar esa caricatura como ofensiva y con tintes racistas hay un mar de diferencia. Quienes han ledo y disfrutado las aventuras de Memn a travs de los aos saben bien que si algo despierta ese pcaro nio es ternura y simpata.

 

Sixto Valencia Burgos, el dibujante de Memn y obviamente un hombre quien aprecia a los retrucanos, manifiesta a La Jornada: Me da risa y me siento bien, no he cometido ningn delito. Jesse Jackson, el presbtero y sus derivados que se quejaron, nunca han ledo un solo nmero de Memn. Yo hago la historieta para que todos adoren al negrito. Los que se quejan hablan sin conocer la serie, pues sus argumentos son blancos.

A primera vista, la estampilla no parece muy importante como sujeto literario pero, como seala Homi Bhabha, es precisamente las banalidades que revelan lo inamparado [unhomely, de unheimlich y muchas veces traducida siniestro] pues la violencia de una sociedad racializada cae ms duradera en las detalles de la vida: donde se puede sentarse o no, como se puede vivir o no, que se puede aprender o no, quien se puede amar o no[18] (15). En el caso de los timbres de Memn la percepcin racializada tiene mucho que ver con su recepcin. Vinculado con el discurso de Fox, la recepcin se enreda con la opresin, en quien recibe la violencia. Al igual que ocurre con las bromas supuestamente ofensivas, se entiende con dificultad quien debera quedar ms insultado por las palabras del presidente Fox, los afro-americanos o los mexicanos. Por un lado, parece que el presidente quiso decir que los negros ocupan el nivel ms bajo de su pas; por el otro, se puede entender que los mexicanos buscan un lugar an ms bajo.

Una reflexin en las palabras de Fox y los significadores que emiten en el fondo de los significados intencionados, debe hacer caso en como el timbre postal, como escribe David Bushnell en Postal Images of Argentine Proceres: A Look at Selective Myth-Making, funciona como

 

...un mecanismo para la manipulacin activa de la cultura popular, con el fin de inculcar una imagen en particular que conviene con los intereses de una minora dominante. . . Ya que el correo es tanto un servicio esencial como un monopolio del Estado, los diseadores de los sellos [al contrario de los que crean los cmics y las telenovelas] no operan bajo los dictmenes del mercado.[19] (91)

 

Como parte de los mecanismos para la manipulacin activa de la cultura popular, SEPOMEX, segn su propia Manual de organizacin institucional, tiene como una de sus funciones la participacin en la formulacin e identificacin de objetivos viables que definan rumbos de actuacin concretos para el Organismo, que sean alcanzables, ofrezcan solucin a necesidades concretas en periodos especficos y que sean congruentes con los sistemas macro de planeacin del Gobierno Federal (130).

Rubenstein escribe: Cada cultura mexicana existi en oposicin a las dems mientras que los mexicanos trasladaban entre ellas segn las justificaciones de sus situaciones (e imaginaciones). El Estado mantena la paz a travs de los conflictos continuos entre todas las culturas de Mxico y, simultneamente, el papel gobernante como mediador entre ellas[20] (6). A pesar de su charla amistosa con el reverendo Jackson, el presidente de Mxico, igual que los dems representantes del poder tanto en los Estados Unidos como en Mxico, sigue teniendo un inters en su rol como intermediario entre los obreros fraccionados. Los lectores de la literatura, tanto los timbres como las tiras, no tienen que creer teoras de conspiracin; bien que los discursos que mantienen las tensiones causan mala publicidad, las tensiones en s sirven para bloquear alianzas entre los obreros afro-americanos y mexicanos, los segundos en gran parte descendientes de los indgenas del continente. Se puede imaginar con facilidad que el mensaje de Fox coincida con l de Bush; ambos tienen que reconocer que los intereses de las empresas multinacionales, en efecto los dueos de los pases, estn servidos por el enorme apetito de los medios de comunicacin para la controversia del da. Tales noticias, con sus subidas y cadas vertiginosas, distraen a los obreros y reducen la posibilidad de sublevaciones. Adems, las tempestades sobre los cmics sirven para dividir las poblaciones como los inmigrantes y los afro-americanos en los Estados Unidos, que deben mantener alianzas para combatir sus adversarios comunales. La emergencia de mltiples reivindicaciones —escribe Garca Canclini en Culturas hbridas— ampliada en parte por el crecimiento de reclamos culturales y referidos a la calidad de vida, suscita un espectro diversificado de organismos voceros (267). Como consecuencia, aade, se encuentra ms dificultades en las movilizaciones sociales. Como antroplogo, Garca Canclini mantiene menos inters en las separaciones entre los ideales y los actos que las estructuras que articulan todas las sociedades entre lo poltico y lo cultural (Culturas hbridas 327).

En la sociedad actual de los Estados Unidos, la sociedad de los mexicanos y la sociedad de los negros se separan por el idioma, la cultura, la religin, y la poltica. En su libro, Crossing Over: a Mexican Family on the Migrant Trail, el chicano Rubn Martnez muestra las nuevas mezclas creadas por ambos grupos en el lenguaje cotidiano y las costumbres. Adems, con la obsesin actual acerca de los musulmanes, las diferencias en el cristianismo tienen cada vez menos poder para dividir a los pueblos. Esta situacin provoca que las diferencias se susciten ya slo en la poltica y los lderes estadounidenses saben que, en efecto, los barrios afro-americanos votan por demcratas mientras que el voto mexicano queda dividido entre los partidos demcratas y republicanos. La situacin mejorar —o empeorar, algo que depende de su punto de vista— siempre que creyeran aqullos que los mexicanos son fundamentalmente racistas y siempre que creyeran estos que los afro-americanos quieren derrumbar sus dolos. Y, aparte de un colegialismo mutuo, qu inters debe tener el presidente mexicano en la participacin de los grupos marginados en los partidos estadounidenses? Ningn inters, siempre que el residente de Los Pinos est dispuesto a aceptar el retorno de ciudadanos despertados a las ventajas de las coaliciones de obreros.

Martnez escribe sobre los Chvez, una familia extendida de purpechas que mantiene hogares en Michoacn y en el estado de Wisconsin, cruzando la frontera entre Mxico y los Estados Unidos segn sus necesidades y, aun ms importante, sus deseos de viajar y conocer un mundo ms grande. Ellos viven el otro lado de la mundializacin actual, no como las vctimas de las maquiladoras sino como un grupo dispuesto a disfrutar con los beneficios ofrecidos por una nacin ms amplia: los Estados Unidos-Mxico. En efecto, las fronteras de hoy tienen poco que ver con las lneas dibujadas entre los estados de California, Arizona, Nuevo Mxico y Tejas por un lado y los estados de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo Len y Tamaulipas por el otro. Al contrario de los mapas, los confines importantes separan el pas de los Chvez, estableciendo relaciones cada vez ms estrechas con sus vecinos blancos y negros en Wisconsin, y el pas de George Bush y Felipe Caldern, sucesor panista a Vicente Fox. Ojal —a pesar de los intentos del Zorro y el Arbusto y sus acciones fantsticas como las murallas chinas, los despliegues de tropas por los desiertos de Arizona, los libretos impresos supuestamente para ayudar a los indocumentados, y los fuertes debates nacionalistas basados en unas historietas— estn aprendiendo los obreros, los que forman el otro pas ms amplio de la gente corriente, quienes son los verdaderos extranjeros: ellos de Arbustolandia y de Zorrolandia.

Moraa pregunta: dnde reside la agencia cultural, y cmo devolver a un panorama marcado por el descaecimiento de las grandes narrativas, los pequeos relatos sectoriales, las reivindicaciones, levantamientos y agendas de grupos que resisten el control de un poder transnacionalizado desde posiciones que rebasan, sin superarlo, el verticalismo de clases? Algunos en la academia contestaran con una nueva censura en que los textos denominados peligrosos, o simplemente incmodos, deben desaparecer. Pero el silencio actual sobre Memn Pingun no significa que esta historieta ha perdido sus lectores sino que, despus de los ros de tinta expendidos por los periodistas mexicanos y estadounidenses acerca del tema, la situacin ha regresado al status quo. Slo hay una diferencia: ya estn los obreros un poco ms rencorosos entre ellos. La meta de los fillogos, si es que en verdad tenemos un papel significante en el mundo, consiste en leer los textos y entenderlos segn nuestras capacidades. Igual que los casos de otros muchos textos denominados peligrosos, el peligro de Memn Pingun no consiste en las lecturas de sus contenidos sino en los intentos de ignorar sus mensajes.

 

 


V. Memn para presidente!

Pero, preciosa, no llores; si ellos estn diciendo que te admiran!

Premio inesperado Memn Pingun (24)

 

Ninguna imagen tiene que perdurar para siempre, aun menos en la cultura popular. Aunque Memn seguir con su tpica gorra, zapatotes y la misma camiseta dice Manelick de la Parra Vargas, no descart la posibilidad de que el personaje deba renovarse para no morir (Palapa). Posiblemente Memn, igual que la Ta Jemima mencionada por Poniatowska, ser renovado con rasgos aceptables por los lectores del siglo XXI. Ya que tiene las ropas de un rapero, seran Ernestillo, Carlangas y Ricardo sus perros? Tampoco debe descartar la posibilidad de una historieta que reconoce el trayecto de los aos. Quizs fuere don Memn, ya maduro, un financiero de la bolsa, un cientfico descubriendo —como en una tira de Condorito— la cura para la negritud, un acadmico escribiendo trabajos sobre las historietas, o aun el presidente de la Repblica con el control de su propia serie de timbres. Mientras tanto, en su artculo sobre la memn-mana y la venta de toda la edicin de los 750 mil ejemplares de la estampilla, Fernando Camacho Servin escribe, Editorial Vid anunci que a partir de la prxima semana se lanzar el nmero 1 de la historia del nio afromexicano, para que se conozca la saga desde el principio.

 

Agradezco a Jess Tejada Gimnez de la Universidad de Valencia tanto por su apoyo y amistad como su buena redaccin. Muchsimas gracias a M. Elizabeth Boone y Argelia Gonzlez Hurtado, lectoras geniales que me ayudaron y estimularon durante la creacin de este artculo. Asimismo, a la profesora Victoria Rutalo de la Universidad de Alberta, quien me ense los estudios culturales desde Canad hasta el Cono del Sur.

 

 

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[1] Sera traducido como bano Blanco. Irnicamente, son numerosos los estadounidenses—tanto los negros como los blancos—quienes llevan el apellido White.

[2] Afro Latino Research and Resource Project

[3] La profesora y activista bell hooks escribe su propio nombre y apellido sin maysculas.

[4] Everywhere, I encountered the acceptance and celebration of blackness as long as it remained within the confines of primitivism.

[5] El primer misionero es otro integrante del elenco regular, el argentino Pepe Cortisona, algo gracioso para los lectores regulares de Condorito.

[6] Even before the founding of la Comisin Calificadora, publishers of comics and other morally questionable periodicals maintained strong connections with the Mexican government in order to stave off censorship initiatives from the public.

[7] . . . reading anything at all was an act that reaffirmed a consumers connection to the nation, as it asserted his or her participation in an activity that the government had carefully and extensively marked as revolutionary.

[8] . . . postage stamps possess a certain symbolic value, not unlike a nations flag, which reflects a countrys external manifestation of popular nationalism. Postage stamps have a formative function as a means of proclaiming and instilling a set of common values in a states populace. (Traducciones mas)

[9] It can be argued that postage stamps frequently are taken for granted, with the general public paying only passing attention to their designs and messages. The messages are there, however, and the ubiquitous postage stamp is one form of art that is seen on a daily or frequent basis by almost all citizens. The messages carried may be subconsciously and subtly conveyed, but the process of repetition (i.e., seeing the same design many times) consolidates the delivery of the message.

[10] One of the most enduring philatelic myths (apparently partially true) is how a postage stamp helped change the location of the Isthmian [sic] canal from Nicaragua to Panama.

[11] Aunque el timbre tiene elipsis, Vctor Montoya, en su artculo, Bolivia: Conflicto martimo y chauvinismo, provee la declaracin entera. As como nos enseaban a entonar el himno nacional y a respetar los emblemas patrios, escribe Montoya, tambin nos enseaban el legado de Eduardo Abaroa, quien, fusil en mano, pele denodadamente contra los rotos, hasta que una descarga de fusilera le hiri en el cuello y lo tumb boca arriba; circunstancia en la que un comandante de la tropa chilena le intim: Rndase, boliviano! A lo que Abaroa, antes de morir sobre el puente Topter, contest: Rendirme yo?... Qu se rinda su abuela, carajo!

[12] . . . Mexico for the Aztecs; Guatemala and Mexico for the Maya; and Peru, Ecuador, and Bolivia for the Inca and related groups. In both Mexico and Bolivia twentieth-century revolutions included a deliberate search for pre-Columbian roots after many years of slavish nineteenth-century imitation of European cultural models.

[13] . . . the reasons given for not placing the head of Emperor Dom Pedro of Brazil on early stamps included the argument that it would be undignified to blacken the royal face with an ink cancellation.

[14] a campaign launched in 2002 by the new Vicente Fox administration included postage stamps calling for a more honest administration, with no more mordidas (the petty bribes demanded by police and other low-level bureaucrats). The stamps also proclaimed a Code of Ethics for Public Services of the Federal Administration.

[15] David Bushnell, en su artculo Feminismo Filatlico, observa la ausencia de mujeres en los timbres latinoamericanos. La mujer quien aparece ms frecuentemente es Evita Pern. Curiosamente, Bushnell nota que Cuba ha emitido un timbre en honor de la princesa Diana de Inglaterra y en los Estados Unidos la mujer ms popular en los timbres es la reina Isabel de Espaa.

[16] Vea su libro, In Defense of Internment: The Case for Racial Profiling in World War II and the War on Terror. Washington: Regnery, 2004.

[17] . . . endorsed by the untouchable Mexican government.

[18] But it is precisely in these banalities that the unhomely stirs, as the violence of a racialized society falls most enduringly on the details of life: where you can sit, or not; how you can live, or not; what you can learn, or not; who you can love, or not (15).

[19] . . . a mechanism for the active manipulation of popular culture, seeking to implant a particular image that suits the interest of a dominant minority. . . Since the mail is both an essential service and a state monopoly, stamp designers are not under the same compulsion [as those who create comics and television serials] to try to please the public in order to see their product.

[20] Mexicos cultures all continued to exist in opposition to each other, while Mexicans moved among them as their situations (and imaginations) warranted. The state kept the peace by keeping all of Mexicos cultures in constant conflict with each other and simultaneously, acting as the mediator among them.